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El canvi d'hora per passar a l'horari d'hivern arriba l'últim cap de setmana d'octubre. Aquest 2016 es produirà la matinada del dissabte 29 d'octubre al diumenge 30.
Ara tocarà endarrerir els rellotges una hora, per la qual cosa aquell diumenge disfrutarem d'una hora més de son: a les tres de la matinada tornaran a ser les dues.
Els dos canvis en les agulles del rellotge es produeixen cada any des del 1974. Després de la primera crisi del petroli es va pensar en la manera de consumir menys electricitat i d'aprofitar al màxim la llum solar (encara que ja es va aplicar abans durant la primera guerra mundial). A partir del 1981 es va portar a terme amb una directiva europea, que es renova cada quatre anys. I el 2001, arran de l'aprovació de la novena directiva, la modificació va passar a executar-se amb caràcter indefinit.
El cambio horario obedece a una directiva europea que afecta a todos los Estados miembros de la Unión y tiene como objetivo aprovechar mejor las horas de luz solar y, gracias a ello, consumir menos electricidad en iluminación
Dos veces al año —habitualmente el último domingo de marzo y el último de octubre—, los europeos ajustan los relojes para cumplir la directiva comunitaria 2000/84/CE.
La práctica del cambio horario de invierno (otoño en este caso) comenzó a generalizarse de forma desigual a partir de 1975, al producirse la primera crisis del petróleo. Sin embargo, la modificación se aplicó por primera vez durante la I Guerra Mundial para mantener abiertas las fábricas una hora más.
Uno de los argumentos que emplean los defensores de adelantar o atrasar una hora el reloj es el ahorro energético, además de otros como beneficios para el comercio o la seguridad vial. Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación en España por el cambio de hora puede llegar a representar un 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros. Esta medida se adopta en 70 países de todo el mundo.
